En otros artículos hemos hablado de la importancia de comprobar el estado de los neumáticos cuando vamos a comprar un coche de segunda mano. En este caso, nos vamos a centrar en los tamaños, adaptabilidad a los terrenos y en la calidad de los mismos, concretamente en los turismos.
Los neumáticos de un turismo suelen oscilar entre las 16 y las 19 pulgadas de llantas y, lógicamente, cuanto mayor es la longitud y altura de la carrocería, mayor suele ser el tamaño de las ruedas. A partir de ahí, podemos encontrar diferentes tipos de rueda en función del terreno. De todas formas, es importante indicar que, en los turismos, casi todos los neumáticos que se venden son de tipo radial por cuestiones de agarre a la carretera y flexibilidad, pues evitan recalentamientos que los puedan deteriorar prematuramente.
La principal opción a elegir en cuanto a terrenos es si vamos a poner en nuestro coche de segunda mano neumáticos de verano, de lluvia (o nieve) o polivalentes. La principal diferencia está en que los neumáticos de lluvia o polivalentes tienen dibujos concebidos para agarrarse mejor en la carretera cuando esta tiene nieve o agua, mientras que los de verano permiten conducir con más suavidad en terrenos limpios. Para hacer la valoración de lo que más nos conviene, será mejor tener en cuenta cuál es el entorno en el que vamos a circular habitualmente para elegir el neumático que cunda más.
En cuanto a la calidad de los neumáticos, independientemente de lo que hemos indicado, hay que decir que hoy en día los precios pueden variar mucho a la hora de comprarlos nuevos, puesto que están concebidos para realizar un determinado número de kilómetros en condiciones. No se trata tan solo del fabricante, sino de las variaciones de prestaciones que hay entre un neumático de gama A (la más alta) y otro de la C (más baja); para que os hagáis una idea, si bien es cierto que el primero cuesta el doble que el segundo, también lo es que recorre el doble de kilómetros sin necesidad de hacer cambios y reduce el consumo en un 8-9%, por lo que es una alternativa interesante gastar un poco más de dinero porque a medio plazo, nos puede hacer ahorrar dinero.
En definitiva, estos tres factores tienen que hacer que podamos valorar cuál es el tipo de neumático que más se adapta a nuestro coche de segunda mano, añadiendo otra cuestión: si vamos a hacer muchos kilómetros al año, va a salir a cuenta que compremos unos neumáticos de mayor calidad pero, de lo contrario, podemos valorar otras opciones, siempre y cuando sean nuevos y homologados. No vamos a dejar de decir que comprar neumáticos de segunda mano es un riesgo innecesario, por muy barata que sea la compra.
Por otra parte, un plus de garantía a la hora de realizar estas gestiones es visitar el taller oficial de la marca, porque ahí te podrán aconsejar mejor que en ningún sitio sobre cuál es el tipo de rueda más indicado para el modelo de vehículo que tienes. Esta gestión es especialmente aconsejable si lo que queremos es sacar el mayor partido posible a las prestaciones de nuestro coche y valoramos ese factor sobre todos los demás.
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